lunes, 20 de junio de 2011
Guerra en Citroen.
El Rally de Acrópolis ha resultado ser de dulce y agras para el equipo Citroen, ya que tienen la alegría de Sebastien Oiger por ganar, pero la molestia de Sebastien Loeb del favorecimiento que recibió su compañero en la segunda etapa de la prueba.
El responsable de este clima tenso, sería Olivier Quesnel. Pero para entender que pasó, un repaso a la génesis del hecho.
Al término de la segunda etapa del Rally de Acrópolis, Loeb cuestionó el echo de que Oiger haya sido guiado en los tiempos, desde la base del equipo en Grecia, para salir por detrás del múltiple campeón del mundo en la jornada siguiente de la prueba.
Ante la espera de la respuesta de Oiger, éste se lavó las manos y dejó que las aclaraciones las diera el propio Olivier Quesnel: "..Ogier recibió una
jugosa oferta de Ford y prefiriò quedarse con nosotros, con las garantías de no ser piloto nùmero 2…”. Así de tajante fue el mandamás de Citroen Racing, frenando en secó mayores explicaciones.
Por su parte, Loeb sabía que las condiciones del equipo eran iguales para los dos, pero dado lo que pasó en Acrópolis, parece que no.
"...Teniendo en cuenta mi trayectoria y mi posición en el campeonato, el equipo pudo apoyarme...ahora comprendo que debo valerme por mí mismo...sin esperar nada de nadie y así lo haré..", así se manifestaba Loeb ante lo ocurrido, esto provocó un terremoto dentro del equipo, y para rematar el hecho, el campeón reinante dijo: "..El número uno de Citroen es Ogier..."
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