El esquiador Jon Olsson es un apasionado de los automóviles, por eso le pidio a la constructora Rebellion que le armaran un coche que se parezca lo más posible a un prototipo de Le Mans. El equipo acepto el desafío y construyó un coche muy parecido a un Audi R8 e-Tron Quattro.
A penas tuvo el coche en sus manos, lo llevó a la pista, pero no a cualquiera, lo llevó a su propio terreno, la nieve.
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