Carlos Sainz se ha sentado en la butaca del nuevo Volkswagen Polo WRC, y no para probar la comodidad, si no para testear la nueva maquina que se integra al Mundial de Rally durante las próximas temporadas.
El español, se mostró muy contento con el desempeño del auto, al cual le sacó su buena cantidad de kilómetros en la Región de Mosella.
En total fueron casi cinco kilómetros de recorrido donde se probó el sistema de suspensión, frenos y transmisión, en donde todos quedaron bastante conformes.
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