Cuarta cita de la temporada 2002 del Mundial de Rally, Gilles Panizzi de Peugeot, venia de ganar un rally de asfalto, así que se presentaba como principal favorito para la prueba española, pero primero tenia que superar al local Carlos Sainz de Ford.
Citroen se presentaba como equipo oficial, continuando con su programa de preparación de ingreso al mundial, pero uno de sus representantes, Sebatien Loeb, se retiraba tras un grueso error del francés.
Tommi Makinen de Subaru, otra vez abandonaba, con esto era su tercer retiro consecutivo, así que el único que quedaba para representar a la marca era Petter Solberg, el cual no decepcionaba.
El ganador del Rally de Cataluña sobre un Citroen Xsara Kit Car, Phillippe Bugalski se ponía en el podio al final de la competencia sobre una versión WRC del mismo coche.
Colin Mcrae de Ford, el cual se había roto un dedo en la jornada anterior, no hacia el trabajo mal y alcanzaba el último punto de la clasificación general.
El local Carlos Sainz de Ford, no podía superar los difíciles caminos de su tierra natal y abandonaba para decepción de su afición.
Richard Burns de Peugeot, era el único que le podía seguir el paso a su compañero de equipo, Gilles Panizzi, pero a pesar de su gran esfuerzo, no le alcanzaba para superarlo.
Mientras, Marcus Gronholm de Peugeot, quedaba cuarto, pero manteniendo la punta del Campeonato de Pilotos.
Gilles Panizzi, en la última especial, para celebrar su victoria, hacia un giro 360º para todos los aficionados, giro que quedo en la historia de los mejores momentos del Mundial de Rally, así el francés se quedaba con su segundo rally de la temporada y se ponía en la lucha por el título.
En los Constructores, Peugeot superaba por casi treinta puntos a Ford, su más cercano perseguidor.
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